BLOC I
UNITAT 1
QUÈ ÉS LA FILOSOFIA?
Per llegir i pensar. Filosofia i admiració.
Filosofia i incertesa
"De fet, el valor de la filosofia s' ha de buscar en gran mesura en la seva incertesa real . L' home que no té cap vernís de filosofia va per la vida presoner dels prejudicis que es deriven del sentit comú, de les creences habituals en el seu temps i en el seu país, i de les que s' han desenvolupat en el seu esperit sense la cooperació ni el consentiment deliberat de la seva raó. Per aquest home, el món tendeix a fer-se precís, definit, obvi, els objectes habituals no li susciten cap problema i les possibilitats no familiars són rebutjades amb menyspreu. Des del moment en què comencem a filosofiar, trobem que encara els objectes més ordinaris condueixen a problemes als quals només podem donar respostes molt incompletes. La filosofia, tot i que és capaç de dir-nos amb certesa quina és la veritable resposta als dubtes que suscita, és capaç de suggerir diverses possibilitats que amplien els nostres pensaments i ens alliberen de la tirania del costum. Així, en disminuir el nostre sentiment de certesa sobre allò que són les coses, augmenta molt el nostre coneixement d' allò que poden ser; rebutja el dogmatisme un tant arrogant d' aquells que no s' han introduït mai en la regió del dubte alliberador i guarda viu el nostre sentit de l' admiració, presentant els objectes familiars en un aspecte no familiar".
RUSSELL B., Els problemes de la filosofia, 1912 (pàgina 14)
Un exemple d' allò que fan els filòsofs a la vida quotidiana (pàgina 10), no donar gaire importància als esdeveniments que preocupen i situar-los en una perspectiva més amplia ho trobem en el Discurs inaugural que va fer Steve Jobs a la Universitat de Stanford:
Per saber-ne més:
El filósofo Francis Bacon (siglos XVI-XVII) sostiene en su obra Novum Organum que hay hasta cuatro géneros distintos de ídolos:
-Ídolos de la tribu, que están conectados a la misma naturaleza humana y a nuestra forma de entender el mundo. Se deben a que nuestro intelecto imagina una serie de paralelismos, conexiones, analogías y correspondencias que en realidad no existen (o sólo en la mente de las personas...). Es el intelecto el responsable de relacionar hechos y nociones, advirtiendo después una concatenación legítima entre ellos, por la única razón de que le resulta, a él, razonable o convincente. Así, por ejemplo, la creencia de que todo movimiento planetario debía ser circular y perfecto es un ídolo de la tribu porque supone creer, tan sólo, por el mero hecho de que preferíamos esa forma geométrica particular, no por las evidencias, sustituyendo "por supersticiones las supremas verdades de la naturaleza; la luz de la experiencia, por la soberbia y la vanagloria", en palabras de Bacon.
- Los Ídolos de la Caverna son los propios del hombre individual. Cada uno de nosotros vive en su propia cueva, una caverna en donde la luz de la naturaleza es refractada y alterada. Nuestra noción de la realidad está alterada y moldeada, "ya sea por la naturaleza propia y singular de cada uno, o por la educación y trato con los demás, o por la lectura de libros y la autoridad de aquellos que cada cual cultiva y admira". Casi cada hombre particular construye sus propios ídolos cavernarios, por lo que su diversidad es inmensa
- Los Ídolos del Foro (o del Comercio, o Mercado) "surgen del acuerdo y de la asociación del género humano entre sí". Los hombres suelen desginar, erróneamente, significados particulares a ciertos términos o expresiones del lenguaje. Hay palabras que poseen significado y, sin embargo, no denotan realidad alguna, mientras que otras algunas cosas reales están definidas de manera inadecuada o se usan confusamente. Este tipo de ídolos son los que Bacon considera como más peligrosos, por ser causa de disputas verbales y porque "se insinúan ante el intelecto mediante el acuerdo de las palabras; pero también sucede que las palabras se retuercen y reflejan su fuerza sobre el intelecto, lo cual convierte en sofísticas la filosofía y las ciencias".
- Por último, los Ídolos del Teatro son aquellos que penetraton en el intelecto del hombre a partir "de los diferentes dogmas de las filosofías y también a partir de las perversas leyes de las demostraciones". Toda filosofía anterior es, para Bacon, "una fábula compuesta y representada en la cual se forjaron mundos ficticios y teatrales". Asimismo, algo similar cabe decir, según Bacon, de "muchos principios y axiomas de las ciencias, los cuales se impusieron por tradición, por credulidad y por negligencia". Bacon afirma que la única autoridad que poseen dichas escuelas, teorías o axiomas científicos o filosóficos es la de ser construcciones verbales producto de un elevado talento, pero cuyo contenido es escasamente ilustrativo para descubrir las leyes naturales. Bacon clasifica en tres grupos a los Ídolos del Teatro: sofísticos (basados en falsos razonamientos, como los de Aristóteles), empíricos (basados en generalizaciones erróneas, como las de los alquismistas), y los supersticiosos (que se sustentan en la reverencia y el respeto a la mera autoridad, como el platonismo y el pitagorismo).
Un exemple d' allò que fan els filòsofs a la vida quotidiana (pàgina 10), no donar gaire importància als esdeveniments que preocupen i situar-los en una perspectiva més amplia ho trobem en el Discurs inaugural que va fer Steve Jobs a la Universitat de Stanford:
El filósofo Francis Bacon (siglos XVI-XVII) sostiene en su obra Novum Organum que hay hasta cuatro géneros distintos de ídolos:
-Ídolos de la tribu, que están conectados a la misma naturaleza humana y a nuestra forma de entender el mundo. Se deben a que nuestro intelecto imagina una serie de paralelismos, conexiones, analogías y correspondencias que en realidad no existen (o sólo en la mente de las personas...). Es el intelecto el responsable de relacionar hechos y nociones, advirtiendo después una concatenación legítima entre ellos, por la única razón de que le resulta, a él, razonable o convincente. Así, por ejemplo, la creencia de que todo movimiento planetario debía ser circular y perfecto es un ídolo de la tribu porque supone creer, tan sólo, por el mero hecho de que preferíamos esa forma geométrica particular, no por las evidencias, sustituyendo "por supersticiones las supremas verdades de la naturaleza; la luz de la experiencia, por la soberbia y la vanagloria", en palabras de Bacon.
- Los Ídolos de la Caverna son los propios del hombre individual. Cada uno de nosotros vive en su propia cueva, una caverna en donde la luz de la naturaleza es refractada y alterada. Nuestra noción de la realidad está alterada y moldeada, "ya sea por la naturaleza propia y singular de cada uno, o por la educación y trato con los demás, o por la lectura de libros y la autoridad de aquellos que cada cual cultiva y admira". Casi cada hombre particular construye sus propios ídolos cavernarios, por lo que su diversidad es inmensa
- Los Ídolos del Foro (o del Comercio, o Mercado) "surgen del acuerdo y de la asociación del género humano entre sí". Los hombres suelen desginar, erróneamente, significados particulares a ciertos términos o expresiones del lenguaje. Hay palabras que poseen significado y, sin embargo, no denotan realidad alguna, mientras que otras algunas cosas reales están definidas de manera inadecuada o se usan confusamente. Este tipo de ídolos son los que Bacon considera como más peligrosos, por ser causa de disputas verbales y porque "se insinúan ante el intelecto mediante el acuerdo de las palabras; pero también sucede que las palabras se retuercen y reflejan su fuerza sobre el intelecto, lo cual convierte en sofísticas la filosofía y las ciencias".
- Por último, los Ídolos del Teatro son aquellos que penetraton en el intelecto del hombre a partir "de los diferentes dogmas de las filosofías y también a partir de las perversas leyes de las demostraciones". Toda filosofía anterior es, para Bacon, "una fábula compuesta y representada en la cual se forjaron mundos ficticios y teatrales". Asimismo, algo similar cabe decir, según Bacon, de "muchos principios y axiomas de las ciencias, los cuales se impusieron por tradición, por credulidad y por negligencia". Bacon afirma que la única autoridad que poseen dichas escuelas, teorías o axiomas científicos o filosóficos es la de ser construcciones verbales producto de un elevado talento, pero cuyo contenido es escasamente ilustrativo para descubrir las leyes naturales. Bacon clasifica en tres grupos a los Ídolos del Teatro: sofísticos (basados en falsos razonamientos, como los de Aristóteles), empíricos (basados en generalizaciones erróneas, como las de los alquismistas), y los supersticiosos (que se sustentan en la reverencia y el respeto a la mera autoridad, como el platonismo y el pitagorismo).
BIBLIOGRAFIA:
ALFARO, Carmen i Altres: Filosofia i Ciutadania. Barcelona: Ediciones del Serbal, 2008. (pàgines 14 )
WEBGRAFIA:
https://www.youtube.com/watch?v=vXJYrrLGNAo
http://apuntesdefilosofa.blogspot.com.es/2009/07/los-idola-de-francis-bacon.html
http://apuntesdefilosofa.blogspot.com.es/2009/07/los-idola-de-francis-bacon.html
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